
La Semana Santa es una época muy especial en España, son los días en los que muchas ciudades del país escenifican por sus calles algunos acontecimiento de la vida de Jesús de Nazaret. Estas escenificaciones se llaman procesiones. Pero… ¿por qué en Irun no celebramos de esta manera la Semana Santa?
Muchos pensábamos que en Irun nunca hubo procesiones, y que los irundarras se trasladan a Hondarribia para ver las suyas, pues atraen mucho a los turistas. No obstante, el joven Santiago Reyes se puso a investigar sobre el tema hace más de 3 años y descubrió que sí, que Irun tuvo unos 400 años de procesiones en Semana Santa.
Estas procesiones las organizaba la Cofradía de la Vera Cruz. Reyes encontró unos documentos de la Cofradía que afirmaban que en 1579 tuvieron lugar las primeras escenificaciones en nuestra ciudad. Y si tenemos en cuenta que todo terminó en el año 1980, podemos decir que Irun disfrutó de 400 años de celebración por todo lo alto en Semana Santa.
Además, sus procesiones no eran unas cualquiera, sino que muchas personas de otros países venían a Irun a verlas. Las procesiones de Irun surgieron por la reacción de la Iglesia Católica a raíz de la reforma protestante. A estas se les llama procesiones de disciplinantes, que son los que hacen penitencia flagelando su propio cuerpo. Estos disciplinantes hacían un recorrido que terminaba en la cruz depositada en el alto de Artaleku
Es en el S. XVII, cuando las procesiones empiezan a tener algo de solemnidad, con la escenificación de apóstoles y soldados romanos, entre otros. Un siglo después, Irun empezó con escenas del desprendimiento, con niños vestidos de ángeles que portaban los clavos de la cruz y la corona de espinas. Así, poco a poco, las procesiones de Irun empezaron a crecer y crecer, y en el S. XIX, la de Irun era una procesión a la que venía mucha gente de fuera, de países como Francia.
Cuando los tiempos difíciles se fueron acercando, todavía seguía celebrándose la procesión en nuestra ciudad. En la II República, los civiles dejaron de participar en el acto, pero las calles se llenaban de gente para disfrutar de la preciosa Semana Santa de Irun. En la Guerra Civil empezó la cosa a dejar de funcionar. En 1936 se quemaron algunos pasos en el incendio de la ciudad, pero meses después, en 1937, Irun celebró su procesión en una ciudad devastada por la guerra.
En los años 50 ya Irun vivió el resurgimiento de las procesiones de Semana Santa, a la que contribuyeron artistas como Gaspar Montes o Dolores Salís. Todo era fiesta en esta época hasta que en 1980, el párroco de la época tomó la decisión de poner freno a estas procesiones, decisión pastoral que dura hasta nuestros días.
Imagen de irun.org